Cómo Preparar La Primera Visita Con El Oftalmólogo
Tabla de Contenido
Qué tenemos que saber antes de acudir al oftalmólogo por primera vez
¿Primera visita con el oftalmólogo? Si estás buscando unas buenas preguntas para hacerle a tu oftalmólogo en la primera visita, aunque esta se trate de:
Un chequeo rutinario, o porque hayas podido notar que tu hijo no coge la pelota bien, o se rasque mucho los ojos y no sepas el motivo, o se queje de dolor de cabeza, o veas que no lee bien, se salta líneas en el texto, escribe palabras donde faltan a menudo letras o detectas que hay ciertos colores que ve peor, o notas que ve más con un ojo que con otro…
Cualquier razón es válida para poder hacer una primera consulta y nunca está de más adelantarse a cualquier acontecimiento que pueda surgir más adelante. Y más aún sabiendo que, anteriormente, las visitas al oftalmólogo se solían hacer en una edad más avanzada.
Por suerte, hoy en día, se ha podido comprobar que si acudimos antes y se trata precozmente, se puede tener una mayor garantía de éxito.
Y es que la ambliopía o tener un ojo vago, no es solo una deficiencia en la visión. Si no que la ambliopía es todo un proceso que hay que recorrer y una realidad distinta que hay que vivir en familia de la mejor manera posible.
Hay Muchas Dudas Que Nos Pueden Surgir Desde Un Principio antes de la primera visita con el oftalmólogo:
¿Es la ambliopía una minusvalía, puede operarse, se puede curar, puede volver la ambliopía una vez recuperada la agudeza visual, se nace con un ojo vago, qué pasa si no puede tratarse a tiempo, qué consecuencias puede tener la ambliopía?…
Por eso en este artículo:
- vamos a tratar cómo prepararnos para ir al oftalmólogo por primera vez,
- cómo vivir el momento de encontrarnos ante él en la consulta y conocer su posterior valoración,
- así como los momentos posteriores a la misma.
Aquí vamos a centrarnos en el caso de la ambliopía, ojo vago, perezoso o ‘lazy eye’ en inglés, pero esperamos que también pueda servir de guía y apoyo para afrontar cualquier otro tipo de patologías, ya que hay pautas que podemos seguir en cualquier momento para tratar una visita al doctor.
¿Qué tipo de cosas tenemos que tener en cuenta antes de acudir a la primera consulta con el oftalmólogo?
Antes de llegar a la Primera visita con el Oftalmólogo
Es aconsejable prepararse un poco antes de ir a la consulta, ya que muchas de las veces, una vez hemos salido por la puerta, nos damos cuenta de que nos hemos dejado cosas en el tintero y sin responder.
Una de las cosas a tener en cuenta y que nos tenemos que preguntar es: cómo elegir al mejor doctor, cuál es la importancia que le damos al hecho de encontrar a un médico con el que tener confianza, ya que el tratamiento puede ser distinto de uno a otro profesional.
¿Acudiremos a la Seguridad Social, en el caso de que en nuestro país se realicen los chequeos oportunos de manera gratuita, o bien optamos por un oftalmólogo privado? Y en ese caso, ¿cuál es el precio de consulta?, ¿podemos hacer frente a ese pago y a la continuidad del tratamiento con el mismo?.
Una vez hayamos elegido al profesional, tendremos que preparar el proceso, primeramente solicitando una cita en su consulta y posteriormente, con el niño.
Es importante que el niño tenga un buen ‘feeling’ con lo que va a pasar, por lo que habrá que prepararle bien.
Es posible que en el momento en que se encuentre en la consulta, esté asustado.
Por ello es bueno explicarte antes de estar allí, que es lo que va a pasar paso a paso.
Creando de esta forma una relación positiva con el proceso y con el propio oftalmólogo y/u optometrista que le tratará.
Tiene que verlo como algo ‘chachi’ no como algo que le va a doler, no dejar que tenga miedo, pese a cuál sea, posteriormente, el diagnóstico.
La Espera En La Consulta
A veces, la espera en a consulta suele ser larga, ya que en ella se le suministran unas gotas en los ojos para dilatar las pupilas para poder realizar una mejor valoración (esto solo puede realizarlo un oftalmólogo). Dependiendo de la consulta, lo harán en una sola toma o bien, lo realizan en tandas de 2 a 3 tomas, donde entre toma y toma hay que esperar unos 45 minutos.
Para preparar la espera, podemos hacernos con cosas que puedan entretener al niño, algo para pintar, jugar, beber, comer o ver en el móvil o tablet.
Las gotas suelen picar y molestar en los ojos, suelen ser incómodas y puede verse borroso. Por lo que una vez puestas y durante el proceso de dilatación, aconsejan de cerrar los ojos, suelen dar cansancio y sueño.
Por lo que el niño quizás se sienta cansado y quiera descansar en nuestro regazo mientras afronta la espera, larga especialmente para ellos.
Y es que, como podemos ver, todo el proceso de la primera consulta, puede tardar.
Antes de vivenciar este momento, ya habremos preparado al niño, explicándole qué son las gotas, cómo van a poner estas gotas y lo que pueden hacerle.
Luego le indicaremos cuándo habrá que actuar más activamente en la consulta con el doctor para poder realizar el reconocimiento de la mejor forma posible.
Explicaremos en un lenguaje que el niño pueda entender, todo el proceso para que él entienda qué está pasando, para que pueda mejor asimilarlo y luego, pueda colaborar.
En Consulta Con El Oftalmólogo
Por otro lado, y cuando ya entremos en consulta, es importante que:
Nosotros como padres no interfiramos en el proceso: dejaremos en manos del profesional el desarrollo de la visita, para así no transmitir a nuestro hijo, nuestras emociones o miedos ante el posible diagnóstico.
Cuando veamos, por ejemplo, que el niño no puede ver algo que nosotros sí podemos ver.
No dejar que él note nuestro miedo, frustración o tristeza porque no pueda verlo.
No meteremos presión y dejaremos que el niño se sienta tranquilo para poder, de esta manera, seguir correctamente las indicaciones del oftalmólogo y así dejar que facilite una información más acertada a sus capacidades visuales.
El oftalmólogo realizará distintas pruebas y valoraciones, a veces con distinta maquinaria, para poder detectar cualquier anomalía en la visión de nuestro hijo.
Y posteriormente, dará su diagnóstico y prescripción en el caso de que haya detectado una ambliopía.
Para este momento, sería interesante tener nuestro listado de preguntas escritas a mano y disponer de algo también para poder anotar las respuestas del oftalmólogo.
Los doctores suelen hablar muy rápido y con un lenguaje que nosotros muchas veces desconocemos y no entendemos siempre.
De esta forma podemos ir captando la información necesaria para, quizás posteriormente, hacer un análisis más exhaustivo por nuestra cuenta.
Y volver a formular nuestras preguntas si no nos han quedado claras sus respuestas.
Después De La Visita Oftalmológica
Crear un Plan basado en El Diagnóstico
Después de que el oftalmólogo haya hecho su diagnóstico, es el momento en qué deberemos hacer un plan.
Normalmente, ningún doctor podrá asegurar que la visión de nuestro hijo se pueda recuperar al 100% y nosotros iniciaremos un camino para ayudar a que la mejora sea la máxima posible.
Al tratarse en nuestro caso de una ambliopía, nos vamos a encontrar frente a varios tratamientos y formas distintas de poder abordar esta patología, tales como el parche o la terapia visual, entre otros, que vamos a tener que tratar a diario desde casa.
Una vez hayamos iniciado el tratamiento
Y nos encontramos sumidos en nuestra nueva rutina, es posible que en ese momento, surjan muchas preguntas que no surgieron en la consulta.
Entonces, apuntaremos las preguntas y nuestras observaciones para posteriormente poder comentarlas con el oftalmólogo u optometrista en la próxima visita.
Pero ya no solo para eso, sino también para nosotros mismos, para entender como padre o madre lo que está ocurriendo, cómo se está desarrollando, cómo evoluciona y así saber cómo ir guiando nuestros esfuerzos.
Hay que ser conscientes de que la ambliopía no suele ser algo que pueda tratarse a corto plazo, sino que es algo para largo plazo y requiere determinación y constancia
Y no siempre son fáciles de conseguir, debido a que nuestras vidas ya están suficientemente cargadas de responsabilidades.
Pero lo que más ha de acaparar en este momento nuestra atención y esfuerzo: es el niño.
Si este hecho se ha presentado en su vida y por consecuencia también en la nuestra, como algo nuevo. Su mundo se viene completamente abajo, por lo que es importante que podamos guiar este proceso desde un punto de vista, y nunca mejor dicho, positivo.
Porque una cosa es que el oftalmólogo nos diagnostique que nuestro hijo tiene ojo vago y que tenga que llevar gafas y posiblemente un parche, pero otra muy distinta será la psicología del niño para afrontar esta situación.
¿Cómo vive el niño el hecho de tener un ojo vago?
¿Cómo se siente al saber que ha de llevar gafas y posiblemente un parche?
¿Cómo lo vive en casa, con la familia, cómo lo vive en el colegio, con los amigos?
Y ¿cómo trata el niño el ojo vago? Cómo se siente cuando habla de lo que le ocurre en el ojo, cómo vive el día a día llevando por primera vez gafas.
¿O llevando un parche al colegio con el resto de niños? Sentirá miedo a que se rían de él o se burlen.
¿Cómo puede afectarle esta situación social y psicológicamente? Cómo siente sabiendo que posiblemente cada día tendrá que realizar ejercicios para poder ejercitar su ojo perezoso.
Y es que más que una prescripción que hace el oftalmólogo, se trata de un cambio de realidad en el mundo del niño.
Por eso es importante conocer cómo le afecta, cómo tratarlo y cómo ayudarle como padres a vivir esta nueva realidad.
Y para acabar, lanzamos unas cuantas dudas que se nos pueden ocurrir para hacerle al doctor en esta primera consulta:
10 Preguntas Que Hacerle A Tu Oftalmólogo en la primera visita
- ¿Mi hijo tendrá problemas de visión para siempre?
- ¿Mi hijo tiene ojo vago?
- ¿Tendrá que llevar gafas de por vida?
- ¿Gafas o lentes de contacto (lentillas)?
- ¿Cuál es la mejor forma de tratar el ojo vago?
- ¿Qué pasa si mi hijo no acepta el parche? ¿Hay otros métodos igual de eficaces?
- En el caso de llevar el parche, ¿por cuánto tiempo tendrá que llevarlo? Y ¿cuántas horas al día?
- ¿Qué consecuencias pueden conllevar el ojo vago a largo plazo
- ¿Podrá llevar una vida normal y poder desarrollar cualquier profesión?
- ¿Qué pasa si mi hijo tiene más de 10 años y tiene ojo vago?
Conclusiones Sobre Cómo Preparar La Primera Visita Con El Oftalmólogo
Para que podamos aprovechar al máximo nuestra primera consulta con el oftalmólogo es interesante tener en cuenta una serie de consejos como:
- Investigar sobre los distintos oftalmólogos para elegir a un doctor que nos dé confianza, ya sea por la Seguridad Social o por privado. Teniendo en cuenta su experiencia, su reputación y la opinión de otros pacientes.
- Preparar la consulta: Antes de ir a la consulta puede ser útil prepararnos algunas preguntas o inquietudes que queramos compartir con el oftalmólogo, ya sean dudas sobre la ambliopía u otras consultas relacionadas sobre la visión.
- Explicar a nuestro hijo antes de acudir, cuál va a ser el proceso de forma sencilla y calmada para que él entienda qué pasará en la consulta y qué se esperará de él. Esto ayudará a calmar su ansiedad y sus miedos.
- Planificar la espera en la consulta: En ocasiones, la espera en la consulta del oftalmólogo puede llegar a ser larga, sobre todo si se ha de hacer la dilatación de pupilas. Por eso, nos puede ser de utilidad llevar juguetes o actividades que puedan entretener al niño mientras espera (libros, juegos, juguetes, dispositivos electrónicos).
- Mantener la calma y seguir las instrucciones del oftalmólogo durante la consulta: Es importante mantenerse sereno y tranquilo, tanto por parte del niño como de los padres, para así darle confianza a su hijo. Las gotas de dilatación puede causarle molestias y puede estar intranquilo.
- Tomar nota de las recomendaciones del oftalmólogo: Durante la consulta, el oftalmólogo es muy probable que nos haga recomendaciones sobre el tratamiento a seguir y el seguimiento de la condición visual. Sería interesante ir bien preparados y tomar nota de estas recomendaciones para luego no olvidar nada.
- Hacer las preguntas y aclarar cualquier duda que tengamos en relación con el tratamiento, la condición visual para poder entender la situación y el plan de acción para realizar el tratamiento o tratamientos propuestos.
- Seguir el plan de tratamiento: Después de la visita con el oftalmólogo es importante establecer un plan de seguimiento del tratamiento y más importante aún, ejecutarlo. Es necesario seguir el tratamiento de manera consistente para poder conseguir la mayor probabilidad de éxito. Dándole a nuestro hijo todo el soporte y apoyo que necesite, haciéndole entender que no está solo y que puede contar con sus padres.