Reseña – Meir Schneider ‘Yoga para tus ojos’

El libro Yoga para tus ojos, sigue las pautas del método Bates y tal y como este actuaba frente a los pacientes, Schneider observa no solo sus ojos, sino también el estado emocional y la condición física de los mismos. Establece una relación entre los ojos, el cerebro, el resto del cuerpo y las emociones.

A su vez, nos muestra cómo la imaginación y la memoria pueden ser unas grandes herramientas para la mejora de la visión, ya que al visualizar una imagen nítida nos ayuda a asociar la visión clara con algo que ya nos es conocido; también nos permite ayudar a nuestros ojos a descansar, al imaginar, cómo Schneider indica, una negrura total.

Al hablarnos de los fundamentos de Yoga para tus ojos, Schneider nos muestra cómo aprender a prestar atención a nuestros ojos, desde una perspectiva relajada. 

Y es que cuando nuestros ojos están cansados, no pueden funcionar igual de bien, por tanto, hay que saber cuando han tenido suficiente y han de relajarse. Para ello, nos enseña sus ejercicios de Yoga para tus ojos, para que una vez, estos estén descansados, puedan ver con curiosidad todo el mundo que nos envuelve, absorbiendo el mundo alrededor y no, esforzándose por verlo.

Y es que tal y como indica Schneider, en tiempos remotos nuestros antepasados utilizaban los ojos con toda su capacidad, sobre todo en vista a larga distancia y periférica en todo su alrededor. 

Actualmente, nosotros, utilizamos prácticamente la vista de cerca durante largas horas diarias y en un mismo punto fijo, por lo que tanto nuestro cuerpo como nuestros ojos se quedan inmóviles durante prácticamente la totalidad del día.

En los últimos capítulos, Schneider se centra los ejercicios de Yoga para tus ojos, y los agrupa en tres categorías: 

• Relajación (trabaja la relajación de los ojos como de todo el cuerpo)
• Ajuste a las diferentes intensidades de luz (trabaja la flexibilidad de la pupila para que la transición de la oscuridad a la claridad sea más fácil) 
• Equilibrio de los ojos (trabaja para que los dos ojos trabajen conjuntamente, sin que uno de los dos domine al otro y a su vez, trabaja la visión periférica).

Schneider inicia la sesión de ejercicios, relajando el cuerpo y los ojos, con un automasaje, para luego comenzar con ejercicios oculares:

•  Equilibrar los músculos alrededor de los ojos (aumentando la flexibilidad y fuerza de los músculos que rodean los ojos)
•  Realizar el palmeo (ejercicio de relajación que pretende hacer descansar el nervio óptico, relajar el sistema nervioso y aumentar el aporte sanguíneo a los ojos)
• El parpadeo (para hidratar y descansar los ojos, aliviando la tensión de los músculos que rodean los ojos y evitando el mirar fijamente)
• Estimulación de la visión periférica (para evitar así la tensión que se produce en las zonas que trabajan la visión central y detallada)
• Desplazamientos con los ojos (realización de movimientos sacádicos, movimientos muy pequeños por segundo)
• Leer y proteger los ojos mientras se lee
• Asoleo (para entrenar a los ojos a aceptar la luz natural). Recomienda consultar con un oftalmólogo en caso de tener algún recelo al respecto.
• Mirar al cielo (para enseñar a los ojos y al cerebro la aceptación de la luz cómodamente).

Yoga para tus ojos finaliza con el consejo de Schneider de practicar al menos durante una hora el programa de ejercicios que ofrece en su libro. 

No obstante, indica que con tal solo unos minutos diarios, los ojos ya notarán sus beneficios, al aliviar el esfuerzo que estos realizan a lo largo del día, así como una mayor facilidad para enfocar sin perder nitidez o tener una visión más clara.